Si en Cuba se juntan 20 Damas de Blanco para protestar contra el gobierno cubano, seguro que nos enteraremos. Si en Madrid nos reunimos varios miles de personas para exigir que los servicios básicos sigan siendo públicos, los medios ni se asoman al balcón. Tan sólo en el diario Público lo comentan, eso sí, cifrando en sólo 1.000 el número de manifestantes.
Aquí os dejamos la valoración que ha publicado la CAS (Coordinadora Antiprivatización de la Sanidad) de Madrid:
25.000 personas se manifiestan en Madrid contra la Privatización de la Sanidad y la Educación
2011-05-06
25.000 personas abarrotaron ayer, 5 de mayo, la calle de Alcalá entre Cibeles y Sol. Fue la manifestación más grande de la fecunda historia de movilizaciones de usuarios y trabajadores, que se inició para denunciar la privatización de la sanidad por parte del gobierno del PP, con el beneplácito del PSOE y la complicidad de CC.OO y UGT.
A esta difícil posición política que cuenta con la oposición furibunda de todos los sectores mencionados, sus acólitos y sus poderosos medios de comunicación, se han sumado, además de los convocantes habituales de anteriores manifestaciones (la Coordinadora Anti-Privatización de la Sanidad -CAS Madrid- y la Plataforma Matusalén -Madrileño tu Salud en Peligro-) la Plataforma contra la privatización de la educación “Soy Pública” y la Plataforma contra el cierre de centros sociales de atención a personas dependientes y otras 60 organizaciones más.
En cuanto a los medios de comunicación, baste decir que “Público” ha dado la noticia de que “más de mil personas se manifestaron ayer en Madrid…”. Efectivamente, más de mil éramos…. Que uno de los lemas más gritados ayer fuera: “luego diréis, que somos cinco o seis”, era toda una premonición.
En total, las más de 60 organizaciones que convocaron la multitudinaria manifestación, confirman algo crucial para los tiempos que vivimos y para los que vienen: es posible mantener un discurso coherente, independiente y movilizar con él a un pueblo que lo hace suyo y lo devuelve corregido y aumentado.
Los gritos ayer se renovaron. Junto a los ya tradicionales contra la privatización y la complicidad de PP y PSOE, aparecieron otros. Algunos de actualidad renovada como: “gastos militares para escuelas y hospitales”. Otros con la frescura de la gente de “Soy Pública” que había preparado concienzudamente carteles y consignas. Algunos fueron: “Ole, ole, ole, yo no pago cole”, “Lucía Cigar, al rincón de pensar” o “el dinero del borbón, pa sanidad y educación”.
Moncho Alpunte, genial, compuso un soneto para “tan fausto acontecimiento” y leyó el manifiesto en el que se denunciaba el proceso de privatización del conjunto del sistema de protección social, sus ejecutores y sus cómplices. Con la enorme fuerza que da comprobar que la gente está dispuesta a seguir peleando, desde el camión – a modo de tribuna – se aseguró “esta lucha la vamos a ganar, desde la calle”.
Dos batucadas, montones de banderas, rojas, rojinegras y republicanas se mezclaron en una explosión de pueblo que demuestra lo que se puede hacer con análisis y discursos claros, sin concesiones, mucha voluntad unitaria y mucho trabajo militante. Pero sobre todo es también algo mucho más importante: si la manifestación del 5 de mayo ha sido posible sin que nada inmediato haya sucedido, tan solo la labor de carcoma cotidiana de los servicios públicos, ¿qué puede suceder cuando tras las elecciones del mes de mayo vengan los drásticos recortes como en Cataluña?
Va a seguir haciendo falta mucho trabajo militante para llegar cada vez a más lugares de trabajo, barrios y pueblos, pero hoy se puede decir que el 5 de mayo ha sido una manifestación preñada de futuro.
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